Eutanasia: historia, tipos de eutanasia, la iglesia ante la eutanasia (página 2)
Las personas minusválidas o con
malformaciones tienen los mismos derechos que las
demás personas, en lo que se refiere a la
recepción de tratamientos terapéuticos. En la
fase prenatal y en la postnatal se han de proporcionar las
mismas curas que a los fetos
y niños sanos.
El Estado no puede atribuirse el
derecho de legalizar la eutanasia, pues la vida del inocente
es un bien que prevalece sobre el poder mismo.
La eutanasia es un crimen contra la
vida humana y la ley divina, de las que se hacen responsables
todos los que intervienen en la decisión y
ejecución del acto homicida.
Conclusión
Luego de analizar el material recabado,
arribé a la conclusión de que no resulta eficiente
mantener con vida a través de
la nutrición parenteral e hidratación a
aquellos pacientes en estado vegetativo. Considero que es
más justo invertir los recursos que se
utilizarían a tales fines para sanar o intentar hacerlo
respecto a otros pacientes con mayores posibilidades de
sobrevivencia. En virtud de ello, estimo que la
legislación, para casos como el analizado en el
presente trabajo, debería prever la posibilidad de
practicar la eutanasia, mediante la desconexión de las
técnicas de soporte vital. Asimismo, debería
regular con qué consentimiento se debe contar para
realizar dicha práctica. Pero no sólo ello, creo
que también debería rodearse al médico
interviniente de las garantías necesarias para llevar a
cabo dichas tareas, lo cual está lejos de lograrse
mientras la figura de la eutanasia siga siendo penalizada. En
efecto, mucho se podrá justificar la eutanasia desde el
punto de vista moral, económico y demás, pero lo
cierto es que mientras la misma constituya
un delito penal, ningún paciente que padezca los
males que, según lo analizado en este trabajo, piden "a
gritos" la implementación de la "muerte piadosa",
contará con la ayuda necesaria para transponer dignamente
el umbral de la vida hacia la paz eterna.
Adviértase que en estos casos, la
vida del enfermo está desprovista de toda dignidad posible
y se circunscribe a días, meses e incluso años,
ligados a artefactos que le posibilitan la supervivencia. Pero,
¿a qué costo? Creo que muchas veces se torna
excesivo el sacrificio al que se somete a estas personas para
mantener encendida una vida que "ya se apagó",
quizás por ensañamiento médico,
egoísmo o esperanzas infundadas. Me pregunto:
¿Qué es mejor: vivir inconsciente, padeciendo, sin
chances de mejoría una vida que no es tal o alcanzar una
muerte, que muchas veces es más digna que la propia vida?
Es más, hay quienes afirman que la muerte no es
la antítesis del derecho a la vida, sino su
corolario, ya que una defensa a ultranza de la inviolabilidad de
la vida humana puede llevarnos a situaciones extremas y
éticamente insostenibles, en las que se pide fidelidad a
una existencia física meramente biológica
que implica esfuerzos financieros y técnicos de gran
envergadura, pero lesiona, más que beneficia, los
intereses del propio paciente.
La Eutanasia es todo acto u omisión
realizado por personal médico que ocasiona la muerte de un
ser humano con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la
prolongación artificial e inhumana de su vida.
La vida humana no es para
la Iglesia un valor absoluto al que todos los
demás se deban someter; lo que es un valor absoluto para
la Iglesia es la dignidad de la persona humana, que está
hecha a imagen y semejanza de Dios. Por eso el arriesgar la
propia vida por salvar a otros no sólo no son pecado,
sino que pueden ser algo valioso e incluso moralmente
obligatorio.
La Eutanasia comprende una
clasificación por su finalidad, por sus medios, por
su intención, por su voluntariedad y el llamado Suicidio
Asistido; El termino se refiere al suicidio en el que la muerte
del sujeto, aunque ha sido ocasionada por el mismo, han
intervenido otro u otros individuos, aconsejándole la
manera de llevarlo a cabo, poniendo los medios a su
disposición y el modo de emplearlos
La eutanasia reconoce la necesidad de
agotar todos los mecanismos antes de llegar al último
recurso. Una vez superados todos los medios y la muerte cerebral
es inevitable o está demostrado, y entonces por lo menos
se debe permitir una muerte digna. La Eutanasia como
último recurso, no debería ser negada y
debería brindarnos la posibilidad de mantener la esencia
de nuestra propia dignidad.
La vida es nuestro bien más preciado
y que no tenemos derecho a decidir sobre ella, sino en instancias
importantes, como lo es Dios. Teniendo en cuenta esto
también se tendría que aceptar nuestro derecho de
dar término a nuestra propia vida, cuando vivir y el no
querer que se prolongue el sufrimiento sin posibilidad de que
este termine.
Bibliografía
http:/www.bioetica.org/bioetica/mono5.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Eutanasia
http://www.monografias.com/trabajos/eutanasia/eutanasia.shtml
http://www.upao.edu.pe/newpregrado/articulos/10/Clase18_EUTANASIA.pdf
http://www.muertedigna.org/
http://www.conferenciaepiscopal.es/ceas/documentos/eutanasia.htm
http://www.monografias.com/trabajos7/eutan/eutan.shtml
http://www.ffyh.unc.edu.ar/eutanasia/index.htm
/trabajos42/eutanasia/eutanasia.shtml
/trabajos59/laeutanasia/laeutanasia.shtml#ixzz2kaIJ5zQD
Autor:
Nelida Chaiña P.
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